SALUD, PROBLEMA CAPITAL

Estamos próximos a escuchar acerca de las nuevas restricciones para el tabaco en nuestra querida capital, la prohibición de la venta al menudeo, de reciente promulgación y que entre otras normas nadie cumple, se une con las ya vigentes de prohibición a fumar en sitios públicos, en bares, discotecas y sitios de reunión. Ahora algunos hoteles prohíben el consumo de cigarrillo dentro de la habitación del huésped y se habla de la prohibición en parques y otros lugares públicos a cielo abierto, etc. Con toda esta normatividad, en cifras, se espera que: se evite la muerte ¿a cuántos fumadores pasivos en nuestra Bogotá? Deberíamos iniciar una campaña, esta sí muy importante, de prevención de salud, colocando en las puertas de los transportes muy congestionados como el Trasmilenio: ¡CUIDADO EL VIAJAR EN ESTE VEHICULO, CUANDO ESTÁ LLENO ES NOCIVO PARA LA SALUD!, ¿acaso no corre el pasajero de transporte masivo, más riesgo de enfermar que el de ser un fumador pasivo? (Consulte a su médico). No soy fumador, aunque no creo que sea más peligroso ser ocasionalmente fumador pasivo, que transitar por una congestionada vía capitalina en hora pico. El no reflexionar en esto último puede ser perjudicial para la salud propia y de nuestra capital.

Tweet