VISITANDO A BOGOTÁ EN INVIERNO

Lluvia y trabajo
Lluvia y trabajo


Francamente Bogotá tiene mucho que mostrar, aunque por estos días la lluvia no amaine, sigue la gran capital colmada de paraguas en permanente ebullición. Los millones de ciudadanos se apretujan en los aleros y cubiertas para evitar el mojarse, porque Bogotá no se detiene. Los grandes centros comerciales alojan a millares mientras cesan las lluvias por algunas horas.

Efectivamente la metrópoli abre sus espectáculos, muestra sus parques, sus coliseos deportivos, sus museos, sus inmensas bibliotecas, sus lujosos restaurantes, sus casas históricas bajo rojizas tejas de barro; todo limitado por un cielo gris de lluvia pertinaz. Los cerros orientales se esconden a la vista de los habitantes con su niebla y sus cortinas de agua.

En Bogotá llueve, hace frío, pero es bella, acogedora, divertida, alegre y bulliciosa.

Pocos visitantes saben de los prósperos negocios en las zonas industriales, la multiplicidad de posibilidades de trabajo, sí, Bogotá tiene mucho que mostrar y ofrecer aunque por estos días inevitablemente se tenga que portar un paraguas.

Para los inversionistas que piensan en grande, sigue siendo la capital de Colombia, la oportunidad de un gran negocio aunque para desarrollarlo se mojen hasta las medias.